Se da este nombre al tiempo litúrgico que comprende cuatro semanas anteriores a la Navidad. Representa el tiempo de espera para el nacimiento de Jesús.
Se simboliza con una corona y cuatro velas, una por cada semana, que se van encendiendo cada domingo.
El color de las celebraciones litúrgicas cambia a morado.
¡Felicidades compi! me ha gustado mucho tu entrada. ¡Ánimo! que todo es empezar.
ResponderEliminarUn beso